Uno de nuestros lectores nos pedía hace tiempo si podríamos ayudarle con unos frisos de escayola. Eran antiguos y alguna de las piezas se había roto. Como no era posible encontrarlos iguales, hicimos un molde de silicona para hacer un par de piezas nuevas. (y asegurar al cliente que podrá hacer, o pedirnos que hagamos, más copias si fuese necesario).
Aquí algunas fotos del proceso.
1. La caja.
2. Molde de silicona y pieza original.
3. Primera capa de escayola.
4. Fibra de vidrio para reforzar. (Las que se le rompieron no tenían ni fibra ni esparto así que se les acabaron haciendo trocitos).
5. La última capa de la escayola tiene unas hendiduras para facilitar la fijación a la pared.
6. Copia aún fresca.
7. Colocada junto a sus «antepasadas», que, evidentemente, después de cien años tienen otro color… Nada que no se arregle durante el próximo siglo…