Nuestra nena va creciendo por momentos y le gusta participar en lo que hacemos, así que hace unas semanas pensé que ya era momento de hacer nuestra primera manualidad juntas: Una camiseta personalizada con su nombre coloreada por ella.
Para este trabajo sólo necesitamos una camiseta, un papel y ceras de colores.
Para empezar recortamos el dibujo que queremos hacer en la camiseta en una hoja de papel. En mi caso lo hice en un papel adhesivo que se puede comprar en cualquier papelería, así evitaríamos que los trocitos de cera se colasen por sitios que no queríamos colorear.
Si utilizáis un papel normal, colocadlo con mucho cuidado sobre la tela lisa y procurad que no se levante. Para hacerlo con niños es mucho más práctico, como digo que el papel se pegue a la tela. (el pegamento que tiene no es muy fuerte, así que luego lo podremos retirar sin problemas). Y entre la parte delantera y trasera de la camiseta colocamos un cartón o varios papeles para que absorban el sobrante de cera y no se manche la espalda.
Con un sacapuntas hacemos virutitas con las ceras que queramos emplear. Yo hice un montoncito con cada color, aunque sabía perfectamente que María los iba a mezclar, y efectivamente su «decisión» fue usar todos los colores a la vez.
Repartimos las virutas sobre el papel con el diseño que más nos guste y al acabar, con mucho cuidado ayudándonos con una brocha, retiramos todas los trocitos que hayan quedado fuera de la zona de trabajo. (Si queda alguno fuera luego tendremos manchitas indeseadas).
Colocamos una hoja de papel sabre el dibujo con cuidado de no mover las ceras (en este caso no tenía mucha importancia puesto que los colores estaban mezclados, pero si el diseño tiene algún patrón definido se podría estropear al mover las virutas con el papel de arriba.
Encendemos la plancha a temperatura media y sin vapor. De esta manera tardaremos un poco más en derretir la cera, pero si la ponemos muy fuerte o planchamos demasiado tiempo, se extenderá demasiado la grasa de la cera por los bordes del dibujo dejándolo poco definido.
Cuando pasamos la plancha veremos cómo se funden las ceras y el papel va absorbiendo el exceso, así que es muy fácil intuir cuándo parar.
Nada más acabar de planchar se quita el papel superior y se deja enfriar.
Ya podemos quitar el papel con la plantilla y ¡listo!, ya tenemos una camiseta nueva.
Se puede, por supuesto, hacer el dibujo sin plantilla, todo es cuestión de maña. Y también puede ser divertido que los niños más grandecitos hagan un dibujo con ceras blandas sobre la tela y luego fijarlas con la plancha. Yo aún no he probado, porque Maria es muy pequeñita, pero creo que para eso sería mejor utilizar una tela un poco más rígida (una loneta o algo así) para que no se deforme mientras se pinta, y después coserla sobre una camiseta..
Estas camisetas se pueden lavar en la lavadora tranquilamente, aunque es recomendable hacerlo con la prenda del revés y con agua fría.