Desde que me enteré de que Campanilla es un hada «tintineadora» (un hada reparadora, de las que hacen y reparan cosas y en su caso particular, de manera muy ocurrente), le tengo más simpatía y reconozco que he visto todas las pelis casi de una sentada.
Como todos sabemos, campanilla y el resto de las hadas necesitan «polvo de hadas» para poder volar.
La manualidad que os propongo hoy se hace en un momento, se me ocurrió ayer en cuanto vi un juguete que tienen mis sobrinas Ángela y Julia (sobrinas de Miguel) y hoy no he podido resistir la tentación de probar.
El juguete se trata de una linterna de luz negra, creo que venía con una muñeca a la que el pelo le cambia de color. También venía algo parecido con una promoción de chocolate hace tiempo. En cualquier caso, si no da la casualidad de que encontréis algo así, siempre podéis comprar una bombilla de luz negra en una ferretería.
«La Luz negra es el nombre común para lámparas que emiten radiación electromagnética ultravioleta cercana, con una componente residual muy pequeña de luz visible» (Wikipedia)
Necesitaremos también un rotulador fluorescente, yo he utilizado el amarillo porque me parecía más cercano al color del polvo de hada, aceite de bebé (en realidad cualquier aceite, pero el aceite de bebés suele ser transparente) y por supuesto un tarrito transparente que nos guste. (Es muy importante que cierre bien para evitar catástrofes).
La tinta de los rotuladores fluorescentes brilla cuando se ilumina con luz negra, así que nos basaremos en eso y en que el agua y el aceite no se mezclan, de manera que la tinta dentro del tarro se hará «bolitas» muy pequeñas pero no se acaba de disolver.
La única complicación que tiene es extraer la tinta. Hasta donde yo conozco hay dos tipos de rotuladores. Los que tienen tinta líquida en un cartucho que es el que yo usé porque estaba más concentrada (un Pilot en mi caso) tienen la dificultad de agujerear el cartucho sin derramar el líquido. Lo hice con un destornillador después de haber desmontado todo lo desmontable.
El otro caso es el de los rotuladores normales, que tienen un algodoncillo dentro impregnado. En ese caso lo que tenemos que hacer es ponerlo bajo el grifo con un recipiente debajo para recoger el agua teñida. También podemos meter el algodoncillo directamente en el agua y exprimirlo… pero os advierto que os va a pasar algo parecido a esto en las manos. Bueno para qué engañarnos, hagáis lo que hagáis seguramente va a ocurrirComo hemos dicho, el agua y el aceite no se mezclan, así que al echar la tinta en el tarro lleno de aceite obtendremos algo parecido a esto:
Agitar y listo. Ya tenemos un tarrito con polvo de hada flotando.
He hecho un mini vídeo, pero claro, en plena oscuridad no se ve demasiado bien. Me gusta mucho más en directo.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=bItnOZOoYNg[/youtube]
P.D. Un efecto colateral que no había calculado es que… quizá una de nuestras pequeñas hadas (o duendes) quiera espolvorearse un poco para volar….