Cuando tu trabajo consiste en hacer lo que te gusta, al final hay pocas veces que hagas las cosas «por que sí». Este es uno de esos casos.
Todo admirador de Indy ha querido empuñar un látigo alguna vez, pero uno de verdad es un capricho de un precio considerable como para pensárselo más de una vez. No es algo sobrevalorado, en mi opinión vale cada céntimo que cuesta, puesto que lleva muchas horas de trabajo, mucho material y saber hacerlos es todo un arte.
Descartada la posibilidad de comprarlo y de intentar hacerlo como se hacen de verdad nos cruzamos con un vídeo en el que explicaba la manera de hacer uno fácilmente y completamente funcional. Hay otros hechos de cuerda o de «cinta americana», pero en esos casos también hay que trenzar, lo que requiere tiempo y paciencia.
El vídeo que os digo es este:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=gOcRZrESYCI[/youtube]
Adam Winrich, artista, showman, o como lo queráis llamar tiene varios records referentes a sus habilidades con el látigo. Recorre Estados Unidos con su espectáculo, y según veo el vídeo parece ser un tipo divertido.
Ésta es su página web:
Como en su vídeo está todo muy bien explicadito en este artículo sólo quiero daros la «lista de la compra» para el que no sepa o no quiera traducir, y algunos cambios que hemos hecho por nuestra cuenta tanto en materiales como en métodos junto con las fotos de cómo lo hicimos.
Material (sin contar las herramientas):
– 30 cm de tubo de pvc de 25mm de diámetro.
– 1 pieza de empalme de tubo de pvc para el mismo diámetro.
– 3.5 metros de cuerda de nylon de 5 mm de grosor.
– 3 metros de cuerda de nylon de 8 mm de grosor. (cortada a 1,5 m, 1m y 0.5 m)
– 1 metro de cuerda de nylon de 2 mm de grosor.
– 3 metros de cadena de bolas. (cortada a 1.5 m, 0.6 m y 0.4 m)
– Cinta aislante.
– Esparadrapo (15 metros).
«Grip» para raquetas opcional para ponerlo en la empuñadura (nosotros aún no se lo hemos puesto)
Hay varias consideraciones a tener en cuenta:
Hay cuerdas que son completamente trenzadas y otras que están hechas con tres cabos rizados entre sí. Cualquiera de las dos nos vale, aunque en el vídeo han utilizado las de tres cabos, nosotros hemos usado la otra.
La cadena de bolas en algunas ferreterías la tienen de plástico, para que tenga el peso y la consistencia deseados, mejor que sean metálicas. Nosotros la compramos en una gran superficie de bricolaje y las venden por metros.
El esparadrapo evidentemente lo hay de varias calidades, y medidas. El nuestro era del malo malísimo, comprado en supermercado. Tres rollos de 5 metros por 2.5 cm de ancho. Con eso hay suficiente, pero no está de más tener algo más para futuros remiendos, que de tanto latigazo es de esperar que sufra bastante.
Empezamos atando con cinta aislante los tres trozos de cuerda de 8 mm y las tres cadenas de bolas alrededor de la cuerda de 5 mm a un metro aproximadamente de la punta.
Procurad que la cuerda de 5mm esté en el centro y las demás distribuidas de manera uniforme, que no queden todas las cadenas de un lado y las cuerdas de otro.
Ponemos la pieza de empalme en el tubo, os aconsejo que la peguéis porque se puede acabar soltando. Pasamos el cabo suelto de 5 mm por el tubo y metemos el mazo de cuerdas con cinta en el empalme.
El cabo que sale por el otro lado será el que sujete este manojo a la empuñadura, así que no hace falta que haya quedado con la misma medida, pero si yo lo repitiese quizá le pondría una cuerda más enrollada para que está más rígido al principio.
En el extremo de la empuñadura (del que no sale el manojo de cuerdas) atamos el trozo del «núcleo» que teníamos por fuera y vamos haciendo zigzag a cada vuelta de cinta aislante de manera que quede algo parecido al nudo que tienen los látigos en la empuñadura.
En los tres cabos de 8 mm hacemos un corte en diagonal. Como veis en la foto nuestra cuerda estaba completamente trenzada y la he tenido que deshacer. Si fuese de tres cabos enrollados sólo habría que hacer tres cortes como se ve en el vídeo. Esto se hace para que la disminución de material sea gradual y no queden escalones.
Ahora, como vemos en el vídeo sólo tenemos que enrollar el esparadrapo alrededor de todo el látigo. Bien apretadito y a ser posible dos capas, y en la misma dirección, porque si lo cruzamos en la segunda vuelta puede quedar demasiado rígido.
Aconsejo, como en el vídeo, empezar por el mango y acabar por la cola, hasta el punto donde se acaban los cabos sueltos.
El final de la cuerda larga se corta a medio metro aproximadamente del lugar donde hemos dejado de poner esparadrapo y se quema un poco la punta para que no se deshaga.
Pues bien, ya solo queda hacer la parte que realmente suena, el «chasqueador».
Para eso utilizamos el metro de cuerda de nylon fina. Se veis el vídeo observaréis que dice que es la parte más complicada porque coge un lápiz y empieza a darle vueltas y más vueltas. Nosotros hemos usado un destornillador eléctrico, enganchando una punta al portabrocas y sujetando con la mano la otra punta.
Una vez rizado el cordón os remito al vídeo para que veáis lo que hay que hacer, no necesita explicación y una imagen vale más que mil palabras. (Minuto 13 aproximadamente).
Esto es lo que hemos conseguido nosotros (Antes de poner el chasqueador): Un látigo de 2,5 metros (unos 8 pies) que para no ser de verdad hace bastante bien su trabajo.
Ha quedado un poco rosita, pero en breve estará teñido con nogalina para que dé un poco el pego. Y no le hemos puesto «grip» a la empuñadura porque no teníamos (aun así se puede sujetar perfectamente)
En cuanto a su funcionamiento me vais a tener que creer, funciona, pero como todavía no sabemos usarlo bien no voy a poner ningún vídeo.
Si os pasa como a nosotros, que aún tenéis que aprender os invito a echar un vistazo a la web de los amigos de la AFIJ (Asociación de la comunidad Fan española de Indiana Jones) que fomentan este arte del chasqueo con clases presenciales y virtuales. (pinchad aquí). La asociación cuenta con látigos para enseñaros y practicar, pero no esta mal hacerte tu propio juguetito.